La operación bikini es el temido momento previo a la llegada de los primeros calores estivales, que nos obligan a desprendernos de nuestras grandes aliadas: las prendas de abrigo. Y es que nos vienen muy bien para ocultar esas curvitas que, en ocasiones, nos traen de cabeza. Son las mismas que se notan mucho más con la ropa ligerita de verano (y ya ni te cuento con el bikini o el bañador).
Este momento suele coincidir con la llegada de la primavera, cuando te miras al espejo y te dices a ti mismo: “¡No puede ser! El verano está a la vuelta de la esquina y necesito recuperar el tipín!”.
La tónica general es apuntarse otra vez al gimnasio e iniciar esas dietas variopintas que parecen haber funcionado tan bien a diferentes influencers. Así que, con la convicción de que no te piensas saltar ni un solo día y te vas a portar súper bien, al tercer día de empezar tu estilo de vida healthy, estás que no te puedes ni mover porque tienes agujetas hasta en las pestañas y más hambre que los pavos de Manolo.
Hasta las cejas de comer lechuga, pollo plancha y de merendar piña e infusión de alcachofa, aguantarás porque no puedes permitirte retrasarte ni un solo día en la consecución de tu fin. Mientras tanto, todos a tu alrededor parecen evitarte. Primero, porque temen que en cualquier momento te dé un ataque de hambre, que saltes sobre ellos devorándolos en crudo. Y segundo, porque el mal humor que te posee te ha vuelto insoportable en cualquier conversación.
Tras tres semanas de tortura has conseguido perder tres de los seis kilos que te sobraban, pero tienes tanta ansiedad que decides que te mereces una tregua y te saltas el plan una noche (¡venga esa burger!) Pero, ¿qué pasa? Tu organismo se ha venido arriba y ha cogido carrerilla. Tanta carencia de hidratos de carbono durante varias semanas hace que prácticamente los ingieras a través de la vista o el olfato, o cualquier otro órgano sensorial capaz de percibir la glucosa que necesita tu organismo. Así que, aunque lo intentas con todas tus fuerzas, no puedes evitarlo y te zampas lo que no está escrito en postres (es que ese brownie tenía una pinta…).
Por supuesto, lo primero que haces al día siguiente es pesarte y, aunque de momento parece que no has cogido nada, después de unos días compruebas que…¡ahí está ese medio kilito de más!
A partir de entonces puede que continúes con “el plan” durante una o dos semanas más, aunque no de manera tan estricta como las primeras semanas, a lo que sumamos que, entrando de lleno en el buen tiempo, que además favorece la vida social y las comidas fuera de casa, ves poco factible seguir realizando esa dieta, así que, te conformas con tus mejoras y continúas con tu vida normal.
Esta es, en resumen, la historia de prácticamente el 80% de las personas que deciden comenzar la fatídica operación bikini. Después del verano, es muy posible que hayas recuperado esos kilos que perdiste e incluso alguno más…
Desde Tappers, queremos darte algunos consejos para que la llegada del verano (y del momento bañador) te resulte más fácil:
1) El secreto para tener un peso adecuado, además de un buen estado de salud es, precisamente, que no hay secreto. El peso ideal de una persona se obtiene adquiriendo unos hábitos alimentarios adecuados acompañados de una actividad física frecuente. Esto te mantendrá en tu peso durante todo el año, aunque la vida social te obligue a cometer excesos en algunos momentos puntuales.
2) ¡Olvídate de las dietas milagro! La mayoría no tienen fundamento científico y algunas pueden incluso perjudicar gravemente la salud.
3) Sigue unas pautas de alimentación saludable durante todo el año. Come suficientes vegetales, proteína e hidratos, en su justa medida.
4) Bebe agua y aprovéchate de los beneficios de las infusiones que también puedes consumir frías.
Y recuerda que en Tappers tus comidas y cenas pueden ser muy ricas, sanas y equilibradas.
Distribuye adecuadamente tus tuppers, mira la información nutricional, tanto en el etiquetado como en la web y acompáñalo de un poco de ejercicio. No pierdas tiempo organizando tu dieta, ¡ya cocinamos nosotros para ti!
